Bueno esta es la segunda parte de la saga "Abuelos Basulto", después de todo no solo el abuelo nos dejo grandes enseñanzas, pues dicen que junto a un gran hombre siempre hay una gran mujer. Para los que no sepan a que me refiero, pueden revisar la entrada anterior e informarse.
El día del funeral de mi abuelo, fui al parque de Santiago a comprar unas tortas de lechon para que desayunen mis tías (a quienes se les tuvo que comprar otras tortas, ya que sus desconsiderados hermanos y sobrinos nos comimos todas las tortas) y una de las tortas se la entregue a mi abuela. Quien aun con lagrimas en los ojos me volteo a ver y me dijo "Gracias m'ijo" mientras le daba el primer bocado (pero sin abrir la boca al masticar, obviamente) y continuo diciendo "Estas tortas están muy ricas, me gustan así, que estén secas para que no estén goteando".
En otra ocasión, fui al MISMO puesto de santiago y me compre 2 tortas, y pensando en mantener la linea (la parabola cuenta como linea, no?) pedi que a mis tortas les pongan EXTRA CALDO GRASOSIENTO. Me comí una, y mas tarde, me comento mi abuela que no habia desayunado bien, asi que le regale la torta que me quedaba. Me volteo a ver y me dijo "Gracias m'ijo" mientras le daba el primer bocado (también sin abrir la boca al masticar) y continuo diciendo "Estas tortas están muy ricas, me gustan así, que estén mojaditas, por que el otro día... no recuerdo quien me invito una torta Y ESTABA BIEN SECA!".
MORALEJA: la abuela predica con el ejemplo la importancia de LA GRATITUD, y aunque esta enseñanza ya trato de aplicarla a mi vida diaria, nunca esta de mas recordarlo (y siguiendo su ejemplo, recordárselo también a aquel a quien le agradeces)
1 comentario:
Maestro Laught: de echo esa es una gran enseñansa, siempre agradecer por el gesto que nos brindan, hay que aplicarla a diario
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